Además de la asistencia a clase el lunes, miércoles y
viernes, hicimos dos visitas culturales: la visita a las Playas del Desembarco
de Normandía, el martes, y al Mont Saint-Michel, el jueves. La primera visita,
nos transportó a la época del Desembarco de Normandía sin apenas darnos cuenta,
allí estaban los enormes agujeros que habían dejado los bombardeos en lo alto
de los acantilados, los puestos de vigilancia con sus orificios para los
cañones y el cine circular en el que pudimos ver cómo se llevó a cabo el
desembarco y las consecuencias que tuvo, visitamos el Cementerio alemán,
repleto de cruces oscuras y el Cementerio americano, sembrado de cruces blancas
perfectamente alineadas. En la segunda salida, los alumnos descubrieron un
lugar mágico, el Mont Saint-Michel, un monte en medio del mar lleno de
construcciones medievales en piedra, un conjunto medieval que ha sabido
conservar su propio estilo arquitectónico, y una impresionante abadía en la
cima con vistas espectaculares sobre el mar. Dedicamos también un día para las
compras de regalos por la ciudad, Caen, donde pudimos visitar también su
castillo, sus iglesias, el puerto y disfrutar de la brisa que nos iba
bronceando poco a poco. El sábado, último día de nuestra estancia en Normandía,
cada uno de nosotros lo pasó con su correspondiente familia francesa, como
despedida.
El domingo por la mañana,
poníamos el punto y seguido a nuestra aventura: acompañados por nuestras
familias francesas, que nos despedían apenados, salíamos para París desde la
estación de Caen, y allí pasaríamos tres días más visitando todos sus
monumentos: la Catedral de Notre Dame, el Palacio del Museo del Louvre con sus espectaculares pirámides de cristal, el Arco del Triunfo del Carroussel, los Jardines de las Tullerías, la Plaza de la Concordia, el Petit y el Grand Palais, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo con su llama siempre encendida en memoria al soldado desconocido, la majestuosa Fuente del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, los Campos de Marte y su Academia Militar paseando en bateau mouche por el Sena y dejándonos envolver
por la magia de Disney durante un día.
ESTANCIA EN ESPAÑA
El sábado 6 de marzo de 2013,
nos tocaba a nosotros esperar ansiosos la llegada de 23 alumnos y 3 profesores
franceses en el mismo lugar de donde habíamos salido el año anterior, la
avenida de Calamonte. La emoción nos invadió cuando vimos su autobús atravesar
el puente del canal y tomar la curva hacia la parada de autobuses donde nos
encontrábamos. Llegaban al atardecer para quedarse entre nosotros durante 7
días.
En el I.E.S. “Ruta de la Plata ”, todo estaba
preparado para darles la bienvenida como se merecían después del largo viaje
del día anterior y del gran esfuerzo económico que hacían sus familias para que
pudieran venir a vernos. Un enorme y precioso cartel de bienvenida en francés
presidía el hall del instituto y un emotivo panel con fotos de nuestra estancia
en Francia, que habíamos preparado con mucho cariño, les esperaba también a su
entrada en el centro.
El esquema que seguimos
durante su estancia en España fue similar al que tuvimos durante nuestra
estancia en Francia: lunes, miércoles y viernes asistimos a clase y dedicamos
martes y jueves a las visitas culturales. El martes, visitamos Sevilla donde
pudimos impregnarnos del olor a azahar que desprendían sus naranjos en flor,
mientras visitábamos la
Maestranza , los Reales Alcázares, la Catedral , la Giralda , el barrio de
Santa Cruz, los Jardines de Murillo, la Plaza de España, el parque de María Luisa, el
Ayuntamiento y, por último, la zona de compras: las calles Sierpe, Tetuán y
aledaños. Fue un día muy especial que contribuyó a estrechar los lazos de
amistad y afecto que iban surgiendo entre nosotros: Camille, una de las alumnas
francesas, cumplía años y lo celebramos con una exquisita tarta de brownies
casera, con sus velas, en un lugar emblemático, la Plaza de España de Sevilla.
El jueves, les mostramos el gran patrimonio cultural que tenemos la suerte de
poder disfrutar a menudo gracias a su cercanía, Mérida, ciudad Patrimonio de la Humanidad; empezamos el día con
dos estupendas visitas guiadas: el Museo Nacional de Arte Romano y el Teatro y
Anfiteatro romanos; con sus explicaciones, los guías nos dibujaron
perfectamente el esquema de la vida romana de la época lo que después nos
permitió disfrutar y entender mejor las visitas al Foro, el Templo de Diana, el
Arco de Trajano, el Circo romano o Hipódromo, la Casa del Mitreo, el Alcazaba
árabe, el Puente romano, el yacimiento de Morerías y los restos visigodos de la Basílica de Santa
Eulalia; como colofón, el tan ansiado “quartier libre” o tiempo libre para
hacer compras o tomar algo y descansar de la agotadora jornada.
Casi sin darnos cuenta, llegó
el viernes, último día que pasábamos junto a nuestros amigos franceses. Por la
mañana, 3 horas de clase y actividades deportivas después del recreo: fútbol,
badminton, baloncesto, … todo a cargo de nuestra compañera de Educación Física,
Chelo García , actividades en las que franceses y españoles formaban parte del
mismo equipo, ayudándose los unos a los otros. Como broche final, una comida de
convivencia con los alumnos implicados en el intercambio, sus correspondientes
franceses y sus padres y hermanos en el porche del instituto.
Por la tarde, las compras de última hora, que costó meter en la
maleta... y cena con amigos. Al día siguiente, volvíamos a encontrarnos en la
avenida de Calamonte para despedir a los 26 franceses con lágrimas en los ojos
y con el deseo de volver a verlos algún día. Se acababa así una experiencia que
nuestros alumnos recordarán siempre...
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